miércoles, 21 de enero de 2009

EL BORGE EN LA PRENSA


ARTICULO PUBLICADO EN EL PERIODICO EL MUNDO
CONVOCATORIA / REFERÉNDUM CONTRA LA MONARQUIA
El Borge no quiere Rey
Cristóbal G. Montilla
Crónica-El Mundo 31 de Julio de 2005
El líder. El Borge es un pueblo malagueño de poco más de 1.000 habitantes que, por su extenso historial de movilizaciones pioneras, puede ser considerado el más irreductible archipiélago comunista de España. De geografía coqueta, con calles empinadas que suelen llevar nombres de revolucionarios e históricos dirigentes de izquierdas, en cada rincón de su Ayuntamiento ondea el espíritu morado de la bandera republicana.
Además, su alcalde está empeñado en convertirlo en una insignia para el rojerío militante al venderlo como el primer pueblo republicano de la España posfranquista. Sus habitantes aspiran a ser un pueblo sin rey. Y su mediático alcalde comunista, José Antonio Ponce (IU), consiguió, este miércoles por la noche, que el Pleno municipal que preside fuese el primero de España en pedir por unanimidad una reforma constitucional que posibilite un referéndum en el que los ciudadanos se pronuncien entre monarquía y república.
A favor de la moción votaron sus siete concejales -cuatro de IU y tres del PSOE- porque, tal y como recuerda Ponce, El Borge nunca ha tenido un concejal del PP. «Y tampoco hay rey por ningún lado, sólo hay cosas de la República. Tenemos una calle República, una avenida Che Guevara y en mi despacho del Ayuntamiento tengo colgado el cuadro de la República, con la mujer, la igualdad y la fraternidad», añade el regidor que, al proponer este referéndum, ha sido el primero en ofrecer cobertura a la campaña Por la República en los Ayuntamientos, que auspicia el actual secretario provincial del PCE en Málaga y a la sazón valedor suyo en la política, Antonio Romero.
Ponce confía en que, al igual que El Borge, «sean cientos los pueblos que en España hagan la misma propuesta» e, incluso, está dispuesto a celebrar en su municipio un primer referéndum simbólico a favor de la Tercera República, que podría llegar «dentro de cinco o seis meses». «Estamos seguros de que ganaríamos por goleada.La gente de El Borge se siente eminentemente republicana, y las televisiones que han estado estos días aquí grabando ya lo han comprobado», dice totalmente convencido.
E, incluso, Ponce echa manos de una anécdota para glosar su defensa durante años de la República. «Como siempre llevo en mi chaqueta una bandera republicana, el día que el Rey nos invitó a comer a los alcaldes de la comarca yo fui con ella, y hasta algún periódico publicó que la Reina me había dicho, al saludarla, que iba a dejar a su marido en el paro. Pero era mentira, claro. No me dijo nada», admite Ponce. Con estos comicios sobre monarquía o república no será la primera vez en la que este pueblo acapara las miradas de media España y parte del extranjero por la celebración de un referéndum sui generis.
Existe un primer precedente, allá por 1996, en el que, con Ponce ya como alcalde -lleva diez años en el cargo-, se celebró una votación en la que los vecinos eligieron entre la humanidad y el neoliberalismo. La victoria del primer concepto fue clara, como no podía ser de otra forma.
Aquel domingo, la fachada del Ayuntamiento amaneció engalanada por retratos del Che Guevara o símbolos del mexicano Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN). Brigadistas internacionales de la Guerra Civil entonaron en la plaza el No pasarán. Y hasta una unidad móvil de la televisión británica BBC se hizo un hueco entre la nube de periodistas que se desplazó hasta allí, con el privilegio de asistir en directo al enésimo titular del expresivo Antonio Romero: «Que tiemble Wall Street», enfatizó el eterno dirigente de izquierdas en un acto en el que ejerció de padrino de su camarada Ponce.
Después llegaron otras movilizaciones que, con idéntico espíritu llamativo, pretendían acortar los kilómetros que separan la actualidad nacional de esta pequeña localidad malagueña, que está repleta de cultivos de vino y recibe, en la comarca de la Axarquía, apelativos como el de capital de la pasa.
De hecho, su alcalde llegó a promover una especie de bloqueo a símbolos del capitalismo estadounidense como la comida rápida de los McDonalds; homenajeó a la peseta cuando la inminente irrupción del euro anunciaba su desaparición; o convocó una jornada oficial de luto coincidiendo con el inicio, el pasado 2003, de la guerra en Irak.
En su coqueteo más reciente con la primera línea de la noticia, José Antonio Ponce ya quiso, a primeros de mayo, adelantarse a la entrada en vigor de la ley de matrimonios homosexuales y anunció que el Ayuntamiento de El Borge le regalaría la luna de miel a la primera pareja que celebrase su enlace en el municipio.
Meses antes de esto, se atrevió incluso a enviarle una caja de preservativos al entonces presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, en pleno debate nacional sobre la postura de la Iglesia ante el uso de métodos anticonceptivos.

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