lunes, 30 de marzo de 2009

Artículo: Iglesia, aborto y procesiones



IGLESIA, ABORTO Y PROCESIONES



Con todo mi respeto a los que verdaderamente como creyentes acuden a las procesiones, tengo que decir que a mí nunca me gustaron éstas. Esa exhibición de Cristos agonizantes con la cara llena de sangre, corona de espinas y clavado en una cruz, no es un espectáculo como para disfrutarlo, además incompresiblemente desfilando acompañado por el ejército armado hasta los dientes.
Por un lado creo que es de un fanatismo religioso comparable a los ritos más arcaicos de este planeta. Las procesiones son el ensalzamiento de la tortura y muerte a ritmo, eso sí, de tambor y corneta. Una especie de desfile de la victoria en el que se muestra el ”poderío de la creencia”, convirtiendo a parte del pueblo en actor, unas veces, y en espectador otras con un reparto desigual, son los Hermanos mayores los que van detrás de las imágenes, ataviados de alhajas carísimas. Estos personajes, en su mayoría, son la clase más pudiente de la ciudad; mientras ellos desfilan, el pueblo llano aplaude detrás de las vallas.
Ahora esas procesiones serán utilizadas para mostrar el desacuerdo con la Ley del aborto. Además de espectáculo, publicidad propagandística. Ponen de relieve cuál es su ideología, alineada la mayoría de las veces, con el ultracatolicismo oficial más reaccionario.
La iglesia lleva siglos dejando claro con quienes están: siempre con los poderosos, y con los intereses que éstos defienden; por ello, la iglesia estuvo llevando a Franco bajo palio, imponiendo esta religión por la fuerza.
Si los estudiantes se manifiestan en contra del plan Bolonia, se mandan a los antidisturbios. Si la iglesia se manifiesta en contra de la ley del aborto se cortan las calles una semana. Parece claro quienes son más importantes.
Ahora bien, hay que ser consecuente: esto significa tener en cuenta que las procesiones de semana santa no son, en primer lugar, una manifestación cultural, sino una manifestación religiosa de una iglesia reaccionaria, la católica, que no condena la pena de muerte y que niega la vida y su derecho a millones de personas, a los que les conmina a no usar condones que pueden ser la diferencia, no entre la procreación o no, sino entre la infección del sida, o no. Entre la vida y la muerte.
Estos Ritos; procesiones, bautismo, etc, que antaño eran impuestos, ahora si bien se nos dice que estamos en un estado aconfesional, han resurgido con el apoyo del poder económico y político, pues son muchos socialistas en pueblos y ciudades los que están potenciando estos ritos sumándose vergonzosamente a la derecha mas reaccionaria, creyendo que así pueden sacar un puñado de votos más.

A los que, en las procesiones, piensan lucir un lazo en señal de protesta contra la ley despenalizadora del aborto y, a la vez, en señal de apoyo a la campaña publicitaria (con lince incluido) que, contra dicha ley, han orquestado ahora los obispos, me gustaría decirles que, si en su momento el Gobierno que preside el acojonado Zapatero les hubiera cantado las cuarenta en lo relativo a su financiación, no estarían ahora los miembros de dicha secta gastándose una descomunal cantidad de dinero en la patética campaña publicitaria contra la ley que despenaliza el aborto. Una campaña execrable, demagógica que utiliza con el engaño los sentimientos mas nobles de los ciudadanos; ¿por qué los obispos se dedican a poner carteles en los que se empareja a un niño -un niño, no un feto- con un lince? Y, por cierto, ¿por qué, durante los años de gobierno del PP (durante los cuales se mantuvo en vigor la vigente ley despenalizadora del aborto) los obispos no dijeron nada, ni le exigieron a “Áznar” que derogara esa ley?.

José A. Ponce
http://www.ponceborge.blogspot.com/

1 comentario:

Jose Luis dijo...

lo primero que habria que hacerles a estos tipejos es cortarles el grifo de las subvenciones, y que se curren ellos su mantenimiento igual que hace todo hijo de vecino.
Encima de que reciben mas que nadie luego se atreven a estar tocando las narices todo el día, si por mi fuera....
Un saludo y Aupa Athletic.